En los años 80 creó una disciplina que se esparció por todo el mundo, después de desembarcar de su ciudad natal, Cali (Colombia), en Miami. Estamos hablando de la Zumba.

Beto Pérez llegó a esta ciudad con el objetivo de cumplir con el sueño americano, aunque al principio no le fue nada fácil. No hablaba inglés y no conocía a nadie, de modo que no tuvo mas remedio que dormir en el banco de una plaza. Con gran tesón, logró encontrar empleo como instructor de baile y cada vez más alumnos se interesaban por sus clases hasta tal punto que uno de ellos decidió presentarle a su hijo y a un amigo para que se asociara con ellos y fundaran una empresa.

Y la cosa funcionó. Alberto Pérez se asoció a Alberto Perlman y a Alberto Aghion, un trío de Albertos o de ases cuya primera decisión empresarial fue poner nombre a esta disciplina aeróbica, Zumba. Después, pensaron una idea que hoy es de lo más común: grabar clases para que cualquiera pudiera ponerse el vídeo en su casa y siguiera las rutinas sin necesidad de instructor. Empezaron grabando en un garaje y, en solo tres años, ya contaban con miles de profesores latinos que daban clases de Zumba. Por supuesto, primero debían certificarse en esta especialidad y pagar por ello. En unos años más, los instructores especializados se repartían por todo el mundo y la empresa está hoy valorada en unos 500 millones de dólares (unos 416 millones de euros).

Con presencia en 180 países, y con más de 25 millones de personas  suscritas, El negocio de la Zumba parece no tener techo. 

Estos días inauguro en un moderno centro de salud y bienestar que se define como una boutique gym, en el que se busca contagiar de mentalidad positiva, actividad física, y nutrición saludable a todos los habitantes de Miami y la Pequeña Habana, donde está ubicado. City Zero es su nombre. “Siempre quise dictar mis clases en Miami y encontré este lote ubicado en la Calle 8 y la 5 avenida del suroeste y fue imposible no conectarme con este sitio ya que amo la Pequeña Habana. Mucha gente no lo sabe, pero cuando llegué a Miami viví mucho tiempo en un cuarto ubicado atrás de donde hoy se levanta City Zero. Así que guardo mucho cariño por esta zona porque aquí nació mi sueño americano», declaró a medios de esa ciudad.

Con una gran variedad de clases y equipos de última generación, el lugar destaca por tener un sistema de aire acondicionado diseñado para matar gérmenes, virus y bacterias. Además, permite un número restringido de ingreso por hora, y modernos baños en los que se limita el contacto manual con los equipos para evitar las transmisiones de COVID-19.

“Nunca hay que dejar de trabajar y hay que estar siempre un paso adelante. A raíz de la pandemia, por ejemplo, nosotros creamos una plataforma a través de la cual nuestros instructores pueden hacer clases en línea, y -a pesar de que llevamos 20 años en esto- seguimos creando. Incluso es posible que la historia de Zumba llegue a Netflix, estoy ideando nuevos entrenamientos, colecciones de ropa, y no dejo de soñar”, finalizó Beto Pérez.