Una profunda y reflexiva historia llega al cine, de la mano de un actor tan talentoso como versátil. Estamos haciendo referencia a Juan Palomino, que protagoniza “Yo nena, yo princesa”, la historia de Luana, la primera nena trans del mundo en recibir un DNI de acuerdo a su identidad autopercibida, con un trámite administrativo, sin recurrir a la Justicia. Tenía seis años.

Gabriela Mansilla es la mamá de Luana, y fue quién empezó a tomar nota en un cuaderno, del cambio que iba sucediendo con su hija, que a los cuatro años decidió llamarse Luana. 

Primero, como ejercicio para poder recordar cada palabra que decía su nene Manuel, en el proceso para ser Luana. Y luego, como refugio y compañía. Así fue que, a modo de diario íntimo y sin planificarlo, en el año 2014, nació el libro: Yo nena, yo princesa. Luana, la niña que eligió su propio nombre. Un manifiesto de amor, de lucha y de libertad. 

En diálogo en exclusiva con Palomino nos contaba detalles de la filmación: “Es una película testimonial, muchas veces el arte se transforma en un vehículo para la visualización de historias como la de Luana y para mí a significado una profunda revisión de mi propia formación, de mi propia historia como  hombre, como ciudadano, como padre, como pareja, como hijo” y agregó, “yo nací en Argentina pero me crié en Cuzco, Perú, de los dos años hasta los dieciséis, y el patriarcado forma parte de la cultura esencial de la sociedad peruana, el machismo está también muy instalado, como en toda América Latina, y me parece interesante que el cine en este caso, nos lleve a aventurarnos a la reflexión.”

La película además de su rol de papá de Luana, cuanta con la participación de Eleonora Wexler como la mamá, Lidia Catalano, Mariano Bertolini, Valentina Bassi, María Onetto, Paola Barrientos y en el papel de Luana, Isabella G.C, que es otra niña trans que también forma parte de la organización “Infancias Libres”, que encabeza Gabriela Mansilla, y es dirigida por Federico Palazzo.

Como ha manifestado en reiteradas oportunidades Gabriela, esta película viene para incomodar, y aunque su tenacidad para acompañar a Luana en el camino de los derechos, la condujo hasta aquí y a pesar de haber conseguido varios hitos en ese recorrido, cree que la sociedad está estancada en el binarismo, los prejuicios y la discriminación.

Al respecto Juan subrayó, “la película está anclada en el amor, en el escuchar al otro, a los niños, es una película que pone en manifiesto la intolerancia del sistema en que vivimos”,y puntualizo, “son tiempos complejos y el personaje intenta y lucha denodadamente por torcer esa forma de construcción de la realidad.” 

Luana que ahora tiene 14 años y Gabriela, estuvieron muy comprometidas con el proceso de fimación, y fue fue declarada de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación, de Interés educativo por el Ministerio de Educación de la Nación y de Interés Cultural por el ente de Cultura de la Provincia de Tucumán.

La película se estrenará este próximo 28 de octubre.

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