Febrero es sinónimo de Chaya fundamentalmente para la provincia de la Rioja, una fiesta ancestral que une a todo un pueblo y ha trascendido fronteras provinciales.

Miles de personas llegan de  todas partes para disfrutar de la música y sentirse reflejada en el agua, la harina y la albahaca.

Este año del 10 al 14 de febrero en el Autòdromo de la ciudad de La Rioja, se llevarà a cabo este importante evento bajo el lema “La Rioja Chaya” entre los artistas  que estarán se encuentran: Luciano Pereyra, Abel Pintos, Jorge Rojas y La Konga, Sergio Galleguillo, Dale Q va, Los Palmeras y Soledad Pastorutti.

Jueves 10 de Febrero
Abel Pintos y Francisco Benitez

Viernes 11 de Febrero
Luciano Pereyra y Chaqueño Palavecino

Sábado 12 de Febrero
Jorge Rojas y La Konga

Domingo 13 de Febrero
Sergio Galleguillo y Dale Q´Va

Lunes 14 de Febrero
Soledad, Los Palmeras y Karina (La Princesita)

Precios:

Platea 1: Entrada individual $2.500. Abono $10.000.

Platea 2: Entrada individual $2.000. Abono $8.000.

Rancho: Entrada individual $800. Abono $2.500.

Palco Gastronómico 1: $3.000.

Palco Gastronómico 2: $3.000.

Hay distintos puntos de venta en La Rioja.

Un poco de historia y leyenda de esta celebración legendaria:

Cuenta la leyenda que Chaya era una muy bella jovencita india, que se enamoró perdidamente del Pujllay, joven alegre, pícaro y mujeriego que ignoró los requerimientos amorosos de la hermosa indiecita. Fue así como ella, al no ser debidamente correspondida, se internó en el monte a llorar sus penas y desventuras amorosas, desapareciendo en él para siempre. Desde entonces, suele retornar anualmente, hacia mediado del verano, del brazo de la Diosa Luna (Quilla), en forma de rocío o fina lluvia. En tanto Pujllay, sabiéndose culpable de la desaparición de la joven india, sintió remordimiento y procedió a buscarla por todo el monte infructuosamente. Tiempo después, enterado el joven del regreso de la joven a la tribu con la luna de febrero, volvió también al lugar para continuar la búsqueda. Pero fue inútil. Allí, la gente que festejaba la anhelada cosecha, y lo recibía con muecas de alegría; él, por su parte, entre la algarabía de los circunstantes, prosiguió la búsqueda y la indagación con profunda desesperación y resultados siempre negativos. Por ello, derrotado, terminó ahogando en chicha su soledad y su pasada fama de Don Juan. Hasta que estuvo muy ebrio, cayó en un fogón y murió quemado. Desde ese entonces, «Chaya» viene en febrero año a año a apagar el fuego de «Pujllay»; y cada año aparece el Pujllay y muere al terminar el festejo, y se lo entierra hasta el año que viene.

LA CHAYERA ( por Hugo Casas)
Febrero en La Rioja trae consigo símbolos que permanecen en nuestra cultura como un hábito.
El agua, la albahaca, la harina, la caja, la copla, la guitarra.
Pero la fiesta no es fiesta sin la animadora esencial: LA CHAYERA.
Hay más de una en cada barrio, por eso homenajeamos su necesaria participación. «… cubre de albahaca tu pelo mi chayera, la siesta es agua y harina.