La penúltima fecha de las eliminatorias rumbo al mundial de Qatar dejó una sensación de alegría, satisfacción pero sobre todo confianza y mucha ilusión, como hacía tiempo no ocurría con un representativo nacional rumbo al mayor evento futbolístico del mundo. 

Al frente estaba Venezuela, que con un equipo en plena construcción, de la mano del también argentino José Néstor Pekerman, no fue rival para la afianzada selección, que se tomó su tiempo para redondear una goleada que pudo conseguir, recién al promediar la segunda etapa, con el ingreso de Ángel di María, que electrizó a la gente, y encendió a sus compañeros.

Con él en cancha, el equipo tuvo mas explosión en ataque y al poco tiempo de ingresado marco un verdadero golazo, con su sello característico, el de picar con extrema sutileza la pelota, para que ingrese mansamente a la red. Acto seguido de emboquillada dejo solo a Messi casi en el punto penal, para que convirtiera, con pifia incluida, su gol número 81 en 161 partidos con la albiceleste, para decretar lo que a la postre sería el resultado final de 3 a 0.

Lo que siguió fue algarabía, júbilo y ovación por parte de la gente que festejó como nunca el triunfo, agradeciendo a los jugadores y al cuerpo técnico por semejante demostración de fútbol en la Bombonera.

De esta manera cerró su participación de local en estas eliminatorias, y el martes en Quito se medirá con la también clasificada Ecuador, que dirige Gustavo Alfaro.

Al finalizar el encuentro, Messi declaró que después del mundial evaluará y se replanteará muchas cosas con respecto a la selección, algo que estuvo sobrevolando toda la noche en suelo boquense, habrá sido el último partido oficial de Messi en Argentina? El tiempo dará su veredicto.