Mercedes Claus, guía imprescindible para conocer el arte y el alma de Alejandro Kuropatwa
Este martes quedó formalmente inaugurada la muestra de Alejandro Kuropatwa, Cuatro docenas de Calas. El acto estuvo presidido por la Presidenta de la Agencia Córdoba Cultura, Nora Bedano, Jorge Álvarez, vice presidente; Guillermo Alonso Director de Patrimonio y Museos de la Agencia Córdoba Cultura, Mercedes Claus Curadora de la muestra y Liliana Kuropatwa, hermana del prestigioso fotógrafo.
Mercedes Claus, es licenciada en artes visuales y una curadora de lujo para este muestra en el Palacio Dionisi de la ciudad de Córdoba, a ella pertenece el nombre de la muestra que estará abierta hasta el 24 de julio.
Claus se vincula con la familia de Alejandro Kuropatwa a través de su trabajo en la Galería Vasari de la ciudad de Buenos Aires, dedicada a la muestra de fotografías. La familia del artista llegó hasta Vasari pidiendo que alguien los asesore con el archivo fotográfico de Alejandro. Así surgió casi naturalmente el nombre de Mercedes que trabaja con el archivo desde el año 2014.
Claus está desde hace ocho años inmersa en el mundo Koropatwa, por eso era la persona ideal para realizar esta curaduría en el Palacio Dionisi.
En diálogo con Entretenimientos Córdoba Claus señaló: “Hace varios años que trabajo con el archivo de Alejandro, hace varios años que vengo ayudando a la familia a ordenar y catalogar todo el material , así que hace mucho que estoy inmersa como en el mundo Kuropatwa.
Descubrir su trabajo, su modo de expresarse, de pensar, es acercarse un poco a su cabeza y a su modo de trabajo”.
Claus señaló asimismo que curar esta muestra “fue como una instancia más dentro de ese trabajo y la idea sobre todo fue mostrar otros aspectos menos conocidos dentro su obra”.
Kuropatwa trabajó mucho haciendo retratos de personalidades de la cultura y del rock y esa es la parte de su obra más conocida. Trabajó con artistas de la talla de Gustavo Cerati, Fito Páez, Charly García y los Ratones Paranoicos; también realizó retratos a artistas como Luciano Pavarotti, Guillermo Kuitca, María Luisa Bemberg, Batato Barea o Cecilia Roth.
“Entonces un poco lo que me propuse en esta exposición fue mostrar su trayectoria vinculada al circuito artístico, la obra que él pensó como obra artística, entonces todas las obras que están expuestas pertenecen a series que él exhibió en instituciones que pertenecían al circuito consagratorio del arte”, explicó Claus.
“Alejandro fue de los primeros fotógrafos en mostrar en el circuito legitimado de las artes visuales, no en espacios específicos de fotografía”, agregó la curadora.
El trabajo de archivo y clasificación de la obra de Kuropatwa le dan a Claus un plus a al hora de trabajar en una muestra de estas características porque sabe exactamente dónde están los resortes anímicos, artísticos y desafiantes del gran fotógrafo.
“Con esta curaduría busco recuperar un poco ese costado de él, que fue muy rupturista para la fotografía porque se apropió del medio de modos no convencionales. Entonces exploró los límites de la fotografía, trabajó con el error, con el azar, rompiendo un poco con los códigos establecidos pero también indagando en la performance o en el video “.
Claus vino en el tórrido enero cordobés a visitar el Museo Palacio Dionisi para tomar contacto con el lugar que albergaría la muestra, aunque desde hacía casi un año venía trabajando con las fotos, videos y planos que el personal del Museo le envió a la curadora para que en base a ese material y las obras de Kuropatwa , realizara el guión curatorial.
“La disposición en el espacio es una decisión mía. Para empezar había una especificidad en el Palacio, en el modo de organizar el museo, en la circulación que me determinó mucho al momento de elaborar el guión curatorial, porque son muchas salas pequeñas, y entonces eso me ayudó a dividir un poco el trabajo, y agrupar en función de determinados períodos y búsquedas”, explicó Claus.
La obra está dividida en cuatro núcleos: “El primer núcleo son sus primeras obras, mientras él estaba todavía estudiando en Nueva York. Alejandro se instaló en el ‘79 a estudiar en Nueva York, hizo su maestría en fotografía. Son piezas en las que se nota ya una búsqueda a los límites, una búsqueda desobediente sobre la fotografía”.
“El segundo núcleo está más enfocado en los años ‘90, en los principios de los ‘90 cuando él ya enfermo de HIV , está muy atravesado por su historia personal y son piezas más introspectivas, piezas que relatan su mundo personal, piezas que tienen un tono más melancólico donde hay una sensación de lo efímero de la vida .
El tercer núcleo está marcado por la serie cóctel que es su serie más paradigmática, la serie que hizo cuando aparece la medicación para el HIV, el famoso cóctel , y son piezas de gran tamaño de mucho color, donde él exhibe las pastillas que tomaba día a día utilizando códigos de la fotografía. Es una serie que es al mismo tiempo festiva, pero también un poco crítica porque también estaba señalando el costo que tenían los medicamentos y que él era un privilegiado por poder acceder a ese tratamiento. Incluso llegó a sacar una solicitada en el diario Clarín, pidiendo al Estado que intervenga y que otorgue el tratamiento a todos los enfermos.
El cuarto núcleo es una parte de su obra posterior al cóctel, que ya está marcada por este ingreso muy fuerte del color, el gran formato y el trabajo en estudio. Son trabajos que indagan en la construcción de lo femenino, de la mujer, retratos de mujeres. Y la última serie que son las flores, que son piezas enormes y que de alguna manera para mí condensan sus problemáticas fundamentales que tienen que ver con la belleza, la seducción y lo efímero de la vida”.
El talento de Claus como curadora trasciende sus saberes o conocimiento de esa actividad porque en la disposición de las piezas fotográficas, en la elección de los espacios y en la forma en la que ella está conectada con el artista se ve el alma, la enorme conexión con Koropatwa que en definitiva hacen de esta muestra un regocijo para los sentidos.