La selección Argentina se floreó ante Estonia con un Messi gigante
En Pamplona quedó demostrado el excelente nivel que la selección Argentina de fútbol esta teniendo con vistas a la próxima copa de mundo.
Ganó, goleó y gustó, con un Messi excepcional, mas capitán que nunca, mas líder que nunca, convirtiendo los 5 goles (llegó a los 86 goles con la selección), y con una ilusión muy grande con miras al evento mayor del fútbol a desarrollarse en Qatar.
Más allá de lo individual, hay una idea colectiva que se mantuvo. Una Selección que a pesar del rival y de sus carencias, tiene una idea, una forma de presionar, una manera de recuperar, una estrategia para llegar rápido, en cuatro o cinco toques, al arco rival. Y eso una vez más se respetó, aun con distintos intérpretes. Es, al fin de cuentas, lo que también se puede destacar, lo que también aporta a la ilusión: Argentina sabe de qué va, y a qué juega. Tiene funcionamiento. Lo más difícil.
Pasó Italia con copa, medalla y otra vez el escenario de la felicidad. Pasó la Finalissima y el examen súper aprobado ante un rival europeo (lo que tanto se pedía). Pasó Estonia con show de Messi. Pasó otra doble fecha que deja todavía más en alto la consideración y el respeto por esta Selección. Lo que se viene es nada menos que Brasil, el 22 de septiembre, en ese partido pendiente por Eliminatorias (y seguro algún rival más). Y después, el Mundial. No queda nada. Tan cerca, tan lejos. Con este Messi, con este equipo, todo es posible.