Fue una noche gloriosa que quedará escrita en una de las mejores páginas de la historia de nuestro fútbol. Para los que tienen mi edad, 33 años, que no lo vi campeón en el 78 ni en el 86, volver a ver a la Argentina peleando una final como lo fue en Brasil en 2014, volver a ver a Leonel tocando lo máximo y ojalá que esta vez se nos de.
El equipo y la gente tienen una conexión como hace mucho tiempo no vemos, por eso desde aquella derrota con Arabia Saudita la gente confiaba y más allá que alguno esperaba esa derrota para pegarle a Scaloni y compañía, el equipo sabía que no lo iba a dejar tirado y estaban más fuerte que nunca y lo demostraron con México, con Polonia.
Este equipo tiene para creer, para demostrar  y para seguir dandole alegrías a la gente. Hoy han jugado un partido magnífico  y por eso la gente se lo devuelve a puro canto por todos lados. Todo el mundo ve lo que es la Argentina.  Los propios jeques te pagan una parrillada y te invitan a sus casas para que cantes ese fervor que se siente por la Selección.
Se está viviendo un momento único, hermoso, en un país con una cultura difíil de entender y donde también todo es muy caro.
De los tres goles hoy, el que más se gritó fue el de Messi y después la corajeada de Julián Alvarez que está teniendo un Mundial tremendo. Y esas cosas tienen los Mundiales, el equipo se va armando fecha a fecha, pero salen jugadores que nadie los tenía. Se entiende de manera magistral con Messi y con el resto de los jugadores.
Nos queda el último paso y yo quiero que le ganemos a Francia. Además no quiero que llegue Marruecos porque van a ser locales si llegan y se va a sentir.