Por Lorena Belotti, coach ontológico

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La comunicación no verbal de los candidatos en el debate de anoche fue muy importante dado que en un 93 por ciento la comunicación humana es el lenguaje no verbal y un 7 por ciento es la comunicación verbal.
Observé a Sergio Massa más tranquilo que a Javier Milei desde lo corporal durante todo el debate.  También en el primer bloque televisivo, Massa logró desestabilizar a Milei con su juego de pregunta por sí o por no.
A Massa lo vimos mover todo el tiempo las manos lo cual reconfirmaba y enfatizaba lo que decía . Había coherencia.
A Milei en el primer bloque se lo vio sujetándose del atril y las pocas vecs que lo soltó, una de las manos la mantenía cerrada desde los dedos, eso es señal de algo que quiere decir y no puede.

En el segundo bloque Milei soltó el atril, pero sus manos estaban cerradas frecuentemente. Miraba para abajo y anotaba y le costaba mirar a Sergio Massa  a los ojos. La boca se le resecaba constantemente y se la humectaba él mismo con saliba, no se hidrataba con agua y cuando hay mucho nerviosismo la boca se suele secar. Massa sí se hidrató con agua a cada rato.
Mile no miraba a su contrincante y hacía movimiento constante con la boca, denotó incomodidad con la situación.
Milei entró al debate y ponía cara de burla y chicaneaba con la situación, mientras Massa se mantenía en su postura relajada, incluso llegó a tentarse cuando Milei lo trató de Pinocho.
Massa lo miraba al preguntarle y miraba a cámara para explicarle a los argentinos. Centró su discurso a contar lo que iba a hacer si gana las elecciones.
Milei se quedó en la queja del pasado, Massa mira al presente y al futuro .
Massa reflejó confianza. Milei usó un tono alto y hablaba velozmente, se trababa con sus propias palabras, estaba concentrado en repetir cosas del pasado y se mostraba incómodo con la situación.

Al momento de decir por qué querían ser presidente de la Argentina, Massa contestó lo que se le preguntaba . En cambio Milei seguía haciendo lo que en coaching llamamos el lugar de la víctima, o sea criticando a los otros y sin contestar lo que se le preguntaba.
En el segundo bloque televisivo Milei no podía disimular su enojo y subió su tono de voz.
En el caso de Massa potenció su comunicación no verbal para remarcar sus ideas, en cambio Milei usó sus gestos para burlarse o mirar sus papeles, como si estuviera un debate paralelo y las pocas ocasiones que movió sus manos fue para señalarse a sí mismo connotando que sólo valora sus propias ideas. Verbalmente en muchas ocasiones se encargó de agredir a su competidor diciendo que no tiene capacidad de aprender.