Lumbalgia, la segunda causa de consulta médica luego del resfrío
Por Dr. Matías Baldoncini, médico neurocirujano, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Habitualmente reconocida por un dolor en la parte baja de la espalda, la lumbalgia es una de las patologías más comunes en todo el mundo. En algunos casos, puede irradiarse hacia un costado de la espalda o a una pierna.
Es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, afecta a individuos de todas las edades y de orígenes étnicos. Se estima que alrededor del 80% de las personas experimentarán dolor lumbar en algún momento de su vida, pero es más común en las de mediana edad y mayores. Se calcula que el dolor lumbar perturba a alrededor del 60 por ciento de los mayores de 60 años.
También puede alterar la calidad de vida de jóvenes y adolescentes, especialmente, de aquellos con un estilo sedentario o que practican deportes de alto impacto. Por otra parte, este dolor es común durante el embarazo debido a los cambios en el cuerpo y a la postura.
Sus causas pueden ser diversas. Algunas de las más comunes incluyen lesiones en los músculos de la región lumbar y en los ligamentos de la espalda, hernias de disco, ciática, escoliosis, inflamación en las articulaciones vertebrales o estenosis espinal. El estilo de vida sedentario, la mala postura, la obesidad, el fumar y el estrés también pueden provocarla.
El tratamiento depende del origen subyacente del dolor y puede incluir descanso y actividad física. Según la gravedad, es posible que se necesite de un tiempo de descanso para permitir que los músculos de la espalda se curen. Después del reposo, se recomienda actividad física regular para mantener los músculos fuertes y prevenir futuros episodios.
Los analgésicos y los antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar el malestar y reducir la inflamación. Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento de los músculos de la espalda también ayudan a mejorar la postura y reducir la tensión en la columna vertebral.
Terapias alternativas como acupuntura, ozonoterapia, quiropraxis y masajes pueden colaborar con el dolor lumbar y mejorar la función de la espalda.
En casos graves como hernia de disco, que comprime una raíz nerviosa y dificulta la movilidad de una pierna, la cirugía puede ser necesaria para corregir la causa subyacente. En estos procedimientos, por caso, se utilizan técnicas mínimamente invasivas que permiten menor tiempo de recuperación, menor dolor postoperatorio y mejores resultados en la estabilidad de la columna.
Además, en algunos pacientes, se suelen indicar bloqueos para aliviar los síntomas. Un bloqueo consiste en introducir -con anestesia local- una aguja fina hasta el punto del dolor y administrar un fármaco o transmitir impulsos de radiofrecuencia. Éstos se realizan en el quirófano y el paciente regresa al domicilio al finalizar el procedimiento.