“Con el Bailando dejé de ser la mujer de Maximiliano Guerra y comencé a tener mi nombre”
Entretenimientos Córdoba: ¿Cómo evaluás tu paso por el Bailando de Tinelli?
Patricia Baca Urquiza: Como todo en la vida la misma cantidad de luz, tiene la misma cantidad de oscuridad contrapuesta. Al Bailando le agradezco la visibilidad porque desde ahí dejé de ser la mujer de Maximiliano Guerra y comencé a tener mi nombre y mi apellido y parece poco cosa pero es importante dejar de ser la mujer de y tener tu propio nombre. Aprendí muchísimo lo que es estar en vivo en la televisión, es todo muy rápido. Si te ponés a llorar es ahí y tenés que resolver, si te resbalás tenés que resolver. No es como estar en un teatro, porque en un estudio de televisión tenés a la gente muy cerca, tenés gente adelante, atrás, la cámara, la grúa, la publicidad. La verdad que me hice muy conocida como Patricia Baca Urquiza. La contraparte de eso es que me tensionaba mucho cuando se metían los panelistas con mi familia o con mi matrimonio o con mis hijas o querían pinchar para que nos peleemos entre nosotros o con otros participantes.
Nosotros ensayábamos para bailar bien. Quizá no fuimos funcionales al show porque no teníamos una buena previa, nos pasábamos ensayando sábados, domingos, feriados todo para bailar bien y como es un reality ellos necesitan la previa así que entendí que no era importante hacer piruetas y hacer cuarteto bien, sino que ellos querían que entraras a la pista y contaras algo que a la gente le gusta saber.
Al mismo tiempo la gente me agradecía que prendían la tele y veían bailarines porque ese año que fuimos convocados, también fueron convocados muchos bailarines tales como: Mora Godoy, Laura Fidalgo, Piquín, la Cassano.
Me llegó un mensaje por ejemplo de una persona que su papá estaba internado y me dijo que le hacía bien vernos bailar.
Y por otro lado es todo como una vorágine, a veces grabábamos dos programas y terminábamos a las 5 de la mañana y al otro día me levantaba a llevar las chicas al colegio porque nunca me gustó delegar esas cosas con mis hijas y yo estaba con los brillitos y las pestañas postizas.
Entretenimientos Córdoba: ¿Vos siempre tuviste claro cuál era tu objetivo cuando empezaste con la danza?
Patricia Baca Urquiza: Mi sueño nunca fue ser la primera bailarina, nunca lo busqué. Me sucedió, eso vino a encontrarme a mí, no es que yo fui al encuentro de eso. Siempre para mí lo importante fue bailar, aunque sea atrás de todos. Cuando comencé acá con Jorge Tomín, Irupe Pereyra, Cristina Gómez Comini, Teresa del Cerro, en Buenos Aires con Gabriel Pucci con Tupin que lo conocí a los 12 años y siempre me decían cuántas condiciones, qué potencial. De hecho una vez cuando fui a lo de Tupin y estaba ensayando Cinthia Labarone (tenemos la misma edad) y cuando termina la clase Tupin le dice a mis padres: que si yo estuviese en Buenos Aires (en ese momento yo vivía en Neuquén) podría estar al mismo nivel de Cinthia Labarone porque tenía muchas condiciones pero hacía menos clases por semana. No es lo mismo hacer clases todos los días que dos veces por semana. Se vislumbraba como que algo importante había.
Yo era feliz en el lugar que me pongas. A los 16 cuando me eligen para hacer el rol de Clara en el Cascanueces en Estados Unidos, cuando gano el Premio José Neglia en Buenos Aires, cuando gano los concursos con medalla de oro, cuando entro al Ballet Argentino de La Plata y Prebil me dice que podía hacer una parte más destacada. Los solista o principales venían esos roles hacia mí, no los buscaba. Y cuando entré a la compañía de Maxi y él me dice que sea su partenaire porque quería contar una Carmen especialmente para mí. Primero hice Paquita con él y a partir de ahí no paré. Cuando vino Marlen Puello a montar Fenómena Frida o Quereme Así Piantao los coreógrafos me elegían para estar ahí, pero nunca lo busqué. Siempre la vida me sorprendió.