En horas de la tarde del domingo fue encontrado sin vida en su domicilio el reconocido conductor de la movida tropical Daniel La Tota Santillán.

“Lo encontraron muerto en su casa”, aseguró su abogado Juan Pablo Merlo, quien lamentó lo sucedido, sobre el conductor que vivía en Castelar, al oeste del conurbano bonaerense, y era padre de cuatro hijos: Daniela (36) y Leandro (34), resultado de su matrimonio de 20 años con Mónica Faleroy; y los pequeños Camila (9), Mía (7), fruto de su relación con Sol Fiasche.

Además, tenía seis nietos: Santino y Martina, por parte de Daniela; y Elías, Leila, Tobías y Micaela, hijos de Leandro.

Según se pudo saber los amigos de Santillán, al no poder ponerse en contacto con él durante todo el domingo dieron un alerta a la policía que se dirigó al lugar y constató el deceso.

“Las primeras tareas periciales indican que se habría quitado la vida, ocasionando un incendio posterior en un sector de la vivienda, que luego se extinguió solo”, confiaron fuentes de la investigación.

“Aparentemente, estaba deprimido”, sumaron.

Santillán fue el icónico conductor de Pasión de Sábado, el hombre que fue fundamental en el desarrollo de la carrera de Rodrigo Bueno.