

Estrenos de cine en Córdoba
REESTRENO EN CINES: ‘DUNA – PARTE DOS’
Hay historias que parecen imposibles de adaptar al lenguaje cinematográfico.
Le pasó a la Tierra Media de Tolkien y su obra magna “El Señor de los Anillos” que tras múltiples desencantos y sinsabores cayó en las manos de Peter Jackson, un director talentoso que realmente amaba apasionadamente la obra e hizo lo imposible, adaptó lo inadaptable, dio vida a la Tierra Media y estableció un hito en la historia del cine al arrasar en la ceremonia de los Oscars de 2003 con “El Retorno del Rey” estableciendo las bases para el género de Fantasía en las producciones del futuro.
Y estaba escrito en las arenas de Dune que un día llegaría el elegido que volvería a obrar el milagro y llevaría su universo a la gran pantalla para asombro del ser humano.
Cualquiera que haya leído los libros percibe al instante el auténtico amor que el director imprime en cada fotograma a la obra literaria. Un espectáculo glorioso, épico, apabullante, inspirador e inabarcable.
Empezando por lo más técnico, alabar el increíble trabajo de imaginería visual y sonora de Dune.
Una inmersión total desde el primer segundo en pantalla mediante imágenes icónicas y planos épicos que se quedan grabados a fuego en la retina. Una recreación portentosa de locaciones y vestuarios, y en general de toda la tecnología de los libros, lejos del esperpento de otras producciones anteriores. Un sonido envolvente que te atrapa y te hace sentir que estás dentro de la acción del film. Sumado a todo ello la atmosférica, alienígena y sobrecogedora música de Hans Zimmer atronando la sala.
En resumen, afirmar que Dune es un nuevo milagro cinematográfico (tiene 5 nominaciones al Oscar), una obra maestra que trascenderá y fijará las bases del género de Ciencia Ficción de ahora en adelante.
Una experiencia religiosa. Larga vida a Villeneuve.
CALIFICACION:
STRENO EN CINES: ‘SEPTIEMBRE 5’
Durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, el equipo de periodistas deportivos estadounidenses de la ABC que cubrían los juegos se vieron de repente obligados a cubrir la crisis de los rehenes de los atletas israelíes secuestrados por un grupo terrorista.
El director maneja bien la reconstrucción histórica, desde la recreación del ambiente olímpico hasta la sensación de impotencia de los reporteros, quienes pasan de cubrir un evento deportivo a ser testigos de un acto de terrorismo en vivo.
En lugar de centrarse en los atletas o en los terroristas, la película adopta una perspectiva diferente: la de los periodistas que, en cuestión de horas, se ven obligados a cambiar su enfoque de la cobertura de los Juegos a la narración de una crisis que paralizó al mundo.
El guion equilibra bien la tensión del secuestro con los dilemas éticos del periodismo en una situación de vida o muerte. ¿Hasta dónde debe llegar la prensa en su búsqueda de la verdad? ¿Cómo manejar la presión de informar en tiempo real sin interferir en la resolución del conflicto? Estas preguntas dan profundidad a la historia y añaden una capa de intriga que va más allá del suceso histórico.
El elenco logra interpretar con realismo la angustia y el estrés de los periodistas que se enfrentan a un evento que escapa de su control. Los actores principales capturan bien la sensación de estar atrapados en una tragedia, sin poder hacer más que relatarla al mundo.
La recreación de los años 70 está bien conseguida, con un diseño de producción detallado que transporta al espectador a la época. La fotografía juega con colores apagados y tomas documentales que refuerzan la sensación de estar viendo imágenes de archivo.
Es un thriller sólido que, aunque no reinventa la manera de contar la tragedia de Múnich 1972, sí ofrece una perspectiva novedosa al enfocarse en el impacto mediático del evento. la película logra mantener al espectador al borde del asiento mientras reconstruye con precisión un momento que marcó la historia del deporte y el periodismo. NOMINADA AL OSCAR MEJOR GUION ORIGINAL
CALIFICACION:
ESTRENO EN CINES: ‘FLOW’
La película «Flow» de Gints Zilbalodis es una obra maestra visual, perfectamente narrada mediante el lenguaje cinematográfico, que nos sumerge en un mundo donde la vida parece haber quedado suspendida. Sin diálogos, la cinta se convierte en una experiencia audiovisual pura, CINE en mayúsculas, en la que las emociones y las acciones de los personajes hablan por sí mismas gracias a la maestría narrativa del director. Este relato es mucho más que una simple historia de supervivencia: es una profunda alegoría de la vida, del paso de la infancia a la etapa adulta, de la madurez, y del viaje vital, con sus desafíos, sus momentos de felicidad y sus instantes mágicos, casi místicos.
Los animales viven tranquilos y felices en su mundo (la niñez) pero de repente todo cambia y se tienen que adaptar a la nueva situación (la adolescencia y la adultez) en la que ya no están en casa bajo la protección perfecta de sus progenitores, sino que tienen que salir al mundo y sobrevivir, enfrentándose a los problemas y vicisitudes que surgen en el trayecto.
El viaje de los protagonistas, un grupo de animales liderados por un gato curioso, simboliza la vida, este paso misteriosos y casi místico de la niñez a la vida adulta, con los altos y bajos a los que todos nos enfrentamos. Las tormentas representan las adversidades, mientras que los breves pero hermosos destellos de calma evocan esos momentos que dan sentido a nuestra existencia. Sin embargo, lo que destaca es cómo, en cada situación límite, el grupo solo puede avanzar gracias al trabajo en equipo y la empatía.
De hecho este es el tema central de «Flow»: la importancia de la amistad para la supervivencia. La relación entre los personajes refleja cómo la cooperación es fundamental para superar obstáculos. Cada miembro del grupo aporta algo único: desde la astucia del gato, a la bondad, firmeza e inteligencia del pájaro; pasando por la solidaridad, la fuerza o la toma de decisiones que en momentos puntuales muestran el resto de los animales. Zilbalodis nos recuerda que sin la unión y el apoyo de los demás, estaríamos irremediablemente perdidos. La gran ganadora del Oscar.
CALIFICACION:
ESTRENO EN CINES: ‘BETTER MAN’
Hay que ser sincero. Me declaro un admirador de la carrera musical de Robbie Williams. Iba con muchas dudas al cine de ver como saldría este ‘invento’ de poner a un simio como protagonista y de como con un metraje de casi dos horas y media, se podría construir una historia redonda y a la vez entretenida.
Sin respetar estrictamente los acontecimientos de la vida de Robbie (ni el orden, ni como sucedieron realmente) el director consigue hacer un montaje sublime con detalles y elementos de su vida. Es una mezcla explosiva de los hechos, los personajes, la música, las letras que encajan en la historia y las sensaciones de la versión animal de Robbie en cada escena… Pronto olvidas que se trata de un simio y ves y sientes al cantante.
Todos los espectáculos musicales están a la altura de la calidad de sus temas (los que no los conozcan los descubrirán gracias a ellos). Impresionantes el montaje, movimientos de cámara, dinamismo, fotografía y los egectos visuales (nominados al Oscar)… Hay que verla en el cine en las mejores condiciones posibles de imagen y sonido…
Pero lo más importante es que consigue que sintamos esa sensación de Williams de sentirse extraño y diferente del resto… Y de ser el centro de todas las miradas…y en consecuencia, críticas (incluida la más cruel: la de él mismo sobre su persona por no considerarse un artista a la altura de otros).
Podría explicarse mucho más de lo que se explica en el film pero el inicio, desarrollo y desenlace están hábilmente elaborados para que acabe siendo un producto redondo que gustará tanto los fans como a otros que no saben nada de este personaje , que durante tanto tiempo lleva siendo el verdadero ‘El Showman’ de la música.
CALIFICACION:
ESTRENO EN CINES: ‘LOS PEREZ OSOS’
La idea de una animación infantil sobre perezosos (esas bolas peludas de felicidad con suaves sonrisas de drogadicto) parece una apuesta ganadora. Pero, decepcionantemente, los perezosos de esta animación infantil no se parecen mucho a los perezosos, ni parecen actuar como sus contrapartes de la vida real. La película es la última de The Tales from Sanctuary City, una franquicia australiana ambientada en una metrópolis vegana donde los animales han aprendido a coexistir en armonía. Al igual que las películas anteriores de la serie, es perfectamente adecuada para niños pequeños, pero con poco carácter propio y una insulsez de estilo directo a la descarga.
En esencia, se trata de una película sobre amantes de la buena comida y los placeres de la cocina lenta. Laura (con la voz de Teo Vergara) es una perezosa adolescente rebelde que vive en el campo y trabaja en el restaurante familiar, cocinando recetas que se transmiten de generación en generación. Pero Laura anhela vivir a un ritmo más rápido que el de sus padres, y su deseo se cumple después de que una tormenta destruye su aldea. La familia se ve obligada a mudarse a Sanctuary City y empezar de nuevo, abriendo un camión de comida que vende enchiladas y tamales. Laura incluso conoce a su heroína culinaria, la empresaria de comida rápida Dotti Pace (Leslie Jones), una guepardo con botas de vaquero y diamantes de imitación.
Dotti es, con diferencia, el personaje más divertido, con su encanto sureño y su voraz apetito por el dinero y el poder. Pero su último invento, una bola energética con cafeína, es tan repugnante que ni siquiera un escarabajo pelotero se la comería. En otros pasajes, los personajes y los mensajes sobre la familia y la pertenencia resultan bastante rancios. El guion añade una pizca de bromas para adultos (¿alguien se anima a aprovechar el momento?), pero ninguna me hizo reír tanto como la frase del nuevo amigo ornitorrinco curioso de Laura: “Mi mamá dice que los perezosos solo hacen caca una vez a la semana, ¿es cierto?”.
CALIFICACION: