

La macabra historia de Natalia Grace, la mujer en la que se basa la nueva serie de Disney+
En 2019, Michael y Kristine Barnett se convirtieron en noticia de primera plana, cuando se les acusó de negligencia y abuso infantil contra su hija adoptiva, Natalia Grace. Eso, cuando se descubrió que la pareja se había mudado a Canadá con el resto de la familia, abandonando a la niña a su suerte. Más controvertido y violento aún, cuando todos los indicios parecían sugerir, que los Barnett modificaron la edad legal de Natalia, para lograr desvincularse de ella por completo.
No obstante, lo más retorcido del caso salió a relucir, cuando la familia afirmó que, en realidad, antes que abandonar a Natalia, huían de ella. El motivo era un descubrimiento perverso: según los Barnett, la supuesta víctima, era en realidad una estafadora. Una que, además, se hizo pasar por una niña pequeña, a pesar de tener más de veinte años. Para añadir gravedad al caso, además, tenía un comportamiento violento y errático, que hizo que el matrimonio temiera por sus vidas y las del resto de los hijos de la pareja.
Good American Family, que en Latinoamérica puede verse en Disney+, reconstruye el caso. Aunque, como la producción aclara casi de inmediato, es una versión ficticia y con elementos imaginarios del caso real. Pero lo cierto es que el true crimen, protagonizado por Ellen Pompeo (Anatomía de Grey) como Kristine Barnett, resume buena parte de lo sucedido.
Mucho más, explora en un escenario confuso, lleno de dobles versiones y narrativas contradictorias. A la fecha, es imposible saber quién dice la verdad y quién miente en realidad. Todo, en medio de una batalla legal que ya se alarga por más de un lustro y que se ha convertido en una curiosidad macabra de la cultura pop.
Uno de los problemas más críticos que rodean al caso de Natalia Grace, es que hay pocos datos claros acerca de su nacimiento. Tampoco, de cualquier información respaldada sobre su adopción. El primer elemento legal comprobable procede de 2010, cuando fue adoptada por los Barnett. Según la pareja, la agencia a la que recurrieron, les dio 24 horas para decidir sobre si, finalmente, acogían a Natalia. Cuando finalmente lo hicieron, tuvieron que lidiar con lagunas sobre los procesos anteriores que involucraban a la niña. Aun así, dieron marcha a la adopción.
En ese momento, lo único que estaba claro, es que la madre de Natalia, de origen letón, se encontraba en Ucrania para el momento de dar a luz a la niña. Según la partida de nacimiento, Natalia nació el 4 de septiembre de 2003 y fue entregada a un orfanato. Sufría de un grave cuadro de enanismo y otros trastornos de salud. Posteriormente, en 2008, se dio su custodia a Dyan y Gary Ciccone. La pareja de New Hampshire, trabajaba para una agencia de adopción para niños originarios de Europa del Este. Para ese año, Grace fue adoptada por primera vez. Siendo de carácter privado, todos los trámites y procesos eran cerrados, por lo que sabe poco de Natalia durante esa época.
Por lo que no hay una explicación específica acerca de qué ocurrió que provocó el fracaso de la primera adopción de la niña. El punto que sí es comprobable es que, para el 2010, ya tenía un expediente que la señalaba como niña complicada. Pero ninguno de estos datos, tampoco los de salud, llegaron a manos de los Barnett. A pesar de eso, aceptaron los términos de la agencia para la adopción y llevaron a la pequeña a casa familiar en Indiana en primavera de ese año.
Para entonces, la familia tenía todas las posibilidades de un futuro brillante. Jacob, el niño mayor, era considerado un prodigio científico, algo que llevó a Kristine a convertirse en una estrella en ascenso en el mundo de la oratoria. Sus charlas sobre modelos de crianza para niños con capacidades extraordinarias, se volvieron famosas.
A principios de 2010, comenzó a escribir un libro de memorias sobre sus experiencias, que una editorial compró casi de inmediato. Por otro lado, Michael atravesaba un buen momento como gerente general de Circuit City, una cadena de tiendas dedicada a la electrónica de consumo. Cuatro años después, la familia se encontraba rota y enfrentaba un complicado litigio en cortes.
Una situación complicada y legalmente ambigua
En palabras de los Barnett, los problemas y enfrentamientos con Natalia Grace comenzaron casi desde el primer día en que la niña llegó a la casa del matrimonio. Tenía un comportamiento errático, se negaba a comer en la mesa y se enfrentaba con el resto de sus hermanos. Con todo, la familia no dio marcha atrás a la adopción, para demostrar a la niña que podría ser amada. O al menos, eso fue en lo que la propia Kristine insistió en el documental El curioso caso de Natalia Grace (2023), disponible en Max.
Gradualmente, la situación se volvió cada vez más incómoda. Natalia se negaba a obedecer órdenes, además de comportarse de manera agresiva con sus hermanos. Siempre según los Barnett, también comenzaron a descubrir indicios que indicaban que la chica era mucho mayor de lo que se suponía. A pesar de supuestamente tener 6 o 7 años, tenía signos de pubertad, que abarcaban desde el vello púbico hasta una corta menstruación.