Noviembre 2025

Luciana Croatto: “La confianza en uno mismo puede hacer una oportunidad de las cosas más desafortunadas, ese es el secreto de la vida”

Entrevista de Luisa Heredia

 

Luciana Croatto está de visita en Córdoba para hacer una función este jueves en el Teatro Real junto a Trío Agiato (más invitados) Ravel Rebel. Una obra coreográficamente de su autoría y musicalmente del Trío Agiato que mixtura Ravel  y Piazzolla. En el verano también vino a dar repertorio en Danza Viva, escuela de formación para bailarines profesionales que dirige Cristina Gómez Comini.
Allí también repetirá la experiencia de la docencia pero no con repertorio sino con un taller de improvisación para bailarines.
El domingo 3 de agosto bailó en el espectáculo Repatriados en el Centro Cultral Libertad y su agenda sigue con giras, con puestas coreográficas en Uruguay y con la vida misma.

Entretenimientos Córdoba: ¿Qué viniste a hacer a Córdoba?
Luciana Croatto:
Este vez vine a Córdoba a hacer  un mega desafío, nuevo porque va a ser una de las cosas más desafiantes de los últimos tiempos de mi vida, porque lo último que bailé fue Sinfónicos de Ceratti, Corazón Delator hace dos días en el espectáculo Repatriados en el Palacio Libertad en Buenos Aires y era muy difícil porque con una música como esa es muy fácil errar porque es muy delicada. Ya estab programado que bailaba esto y de ahí venía para Córdoba que vamos a estrenar una obra muy diferente a todo porque se supone que es un concierto, pero no lo vamos a hacer ni como un concierto ni como un espectáculo de danza.Ni tampoco como una performance. Va a ser como un encuentro entre Ravel y Piazzolla: ellos como músicos y yo como bailarina. Habrá partes más teatrales, otras improvisadas y otras coreografiadas. Es una mujer y tres hombres en escena con una música muy fuerte.
Entretenimientos Córdoba: ¿Cómo es Ravel?
Luciana Croatto:
Es muy fuerte, pero muy ordenado y muy valiente porque hace lo impensable con las notas. Fue muy transgresor –y sigue siendo_ y desgarrador.
Entretenimientos Córdoba: ¿Y Piazzolla?
Luciana Croatto:
Piazzolla es la calle de Buenos Aires. Es un encuentro entre Europa y Buenos Aires. Me identifica con mi propia vida porque estoy allá y acá. Somos de allá y de acá y no sabemos de dónde somos. Somos de acá pero nos vamos. Piazzolla es Argentina. El tango tiene esa cosa clásica, pero también de la calle. Me interpeló enseguida y dije esto es lo que quiero hacer.
Entretenimientos Córdoba: ¿El espectáculo es una idea tuya?
Luciana Croatto:
No. Fue una propuesta de Virginia Tesoro, una productora y gestora de Córdoba que trabaja con el Trío Agiato que está integrado por  Juan Pablo Fabre (violín), Catriel Luna (violonchelo), Pablo Jiménez (piano)e invitados: Iván Buenader (guitarra), Gaspar Tatián (bandoneón) y Ricardo Mira percusión y tenían esto armado de Ravel y Piazzolla que era muy fuerte. Ella me vio bailar cuando vine a Córdoba en 2003 y me convocó para este espectáculo ahora. A mí me pareció alucinante porque Ravel es la representación básica o primogénita de Maurice Bejart con el Bolero de Ravel que bailó Jorge Donn, argentino. Y sólo dos argentinas más estuvimos con él: Cecilia Mones Ruiz en el siglo 20 y luego yo. Después no hubo otro argentino.
Entretenimientos Córdoba: ¿Qué siginifca Bejart en tu vida?
Luciana Croatto:
Es mi maestro, es con quien empecé a brillar como artista profesional,  fue con él.
Entretenimientos Córdoba: La idea coreográfica sí es tuya
Luciana Croatto:
Sí, es completamente mía. Las propuestas musicales es de ellos y la estructura musical es de ellos y es la primera vez que lo vamos a hacer es acá. Es un espectáculo que se va a mover mucho y creo que todo el tiempo estará creciendo y modificándose para que esté vivo. No es una obra clásica que se repite y sabés lo que sucede.
Entretenimientos Córdoba: ¿Qué se necesita para que la obra esté viva?
Luciana Croatto:
Para que esté viva una obra tiene que tener riesgo, vulnerabilidad. Para que haya riesgo tiene que haber el acto de valentía heroico de decir, voy a hacer esto de esta forma. Hay un momento en los que se los escucha más a ellos, en otros se me ve más a mí. Es un equilibrio que se irá manifestando como siempre se dan las obras.
Entretenimientos Córdoba: Venís de hacer  Repatriados, ¿actualmente dónde vivís, cuál es tu base?
Luciana Croatto:
Una de las cosas que me gusta de Ravel es que en este espectáculo nos vamos a centrar en la rebeldía de Ravel. Pienso que más que repatriada, espero no ser deportada artísticamente hablando. En Argentina, más que en Europa, todavía hay una línea muy separada entre lo que es el contemporáneo y lo que es el clásico. Son dos cosas diferentes y uno se dedica a una cosa o a otra. Ahora Julio Bocca en la dirección del Teatro Colón, junto a Africa Guzmá que fue bailarina de Nacho Duatto, e intentan que el Colón  traiga obras contemporáneas que desde mi punto de vista son neoclásicas.
Entretenimientos Córdoba: ¿Cómo es tu formación?
Luciana Croatto:
Yo soy una persona que tiene una formación en clásico y en contemporáneo en distintos tipos de danza, también folklóricas. Yo me formé tanto con Bejart, como afuera en teatro, estudié artes visuales, cultura visual, artes escénicas en el Museo Reina Sofía con otras formas de abordar los espectáculos, saliendo del espacio público.
Entretenimientos Córdoba: Vos hablás de la rebeldía de Ravel. Cómo es rebelarse
Luciana Croatto:
Revolucionar o rebelarse es algo muy perfecto. Uno se rebela ante algo que realmente ya incomoda, entonces a esa incomodidad para sacártela de encima, tenés que enfrentarla.
Entretenimientos Córdoba: ¿Qué estás haciendo en Argentina?
Luciana Croatto:
Doy clases, trabajo el lenguaje del movimiento donde veo que los jóvenes sobre todo, están enloquecidos porque están encontrando otras herramientas de expresión que sirven también para la danza, pero también para un teatro físico, para tener conciencia del presente, de la presencia de uno mismo en el cuerpo y desde el cuerpo, sin intentar todo el tiempo manipular desde lo racional con lo que nosotros queremos que se vea, con lo que nosotros queremos que el público se lleve. La revolución vendría a ser que el intérprete sea el público y no el bailarín que está en trance o intentando llegar a un trance genuino, sin provocarlo. Que sea todo tan coherente que eso suceda y que el público pueda de forma colectiva e individual, tener su propia interpretación de lo que está viendo: tanto con el lenguaje críptico de la danza que es bastante abstracto y poder espejarse con emociones nuevas que surgen de un lugar desconocido. Eso se hace casi como los mantras, como el Bolero de Ravel que se va repitiendo. El ritmo es amor, como se forma las coreografías y como se forman las improvisaciones son muy delicadas, muy difíciles. Ponés todo en el asador y tenés que estar muy atento a que no se queme.
Yo trabajo mucho visualización: me veo mucho haciendolo, escucho la música, repito y si llego ahí y lo puedo cambiar. En clases lo mismo.
Bejart decía que se pasó toda la vida de joven preparando su clase, su ensayo, su coregorafía y cuando cumplió 40, como yo, se dio cuenta que preparar le servía para justamente llegar y hacer otra cosa, porque cuando estás en frente de la persona, todo lo que preparaste es poco.
Entretenimientos Córdoba: ¿Hace cuánto te fuiste de Argentina?
Luciana Croatto:
Nací en Santa Fe, mis padre se fueron a vivir a San Carlos y a los 10 años me fui a Santa Fe a estudiar con Bett y Sture y a los 11 entré al Colón  y a los 14 me fui a Europa cuando gané una beca en un concurso que se llamaba Danza Niño que ya no está, y me dieron una beca para ir a Bordeaux a una escuela privada de ballet y ahí gané algunos concursos de ballet. En medio de ese proceso, tambiénbuscando mi propio camino, mi propia voz en un mundo del clásico donde vos tenés que ser lo que quieren que vos seas y encontrar esa excelencia que es exitante porque es muy difícil. Es igual que tocar la múscia clásica.
Entretenimientos Córdoba: ¿Cómo llegás a Bejart?
Luciana Croatto: Vi un video en vhs de Bejart hablando y me parecía que era mucho más parecido a lo que yo sentía por la danza. El hacía mucho énfasis en lo espiritual, en el lenguaje de la danza como movimiento, como vida, como renacer, como reconocimiento del otro y conocimiento de uno mismo. La danza como un lenguaje casi como un lenguaje sagrado y básico también. Porque todas las prácticas espirituales te llevan al cuerpo, ¿dónde estoy? En el cuerpo. Entonces la danza siempre te lleva ahí, a ese lugar espiritual y de ahí vamos a la mente y la usamos para un montón de cosas pero no se usa de la misma forma.
Entretenimientos Córdoba: ¿Cuánto tiempo estuviste con Bejart?
Luciana Croatto: A los 14 llegué a Europa y a los 15 llegué a Bejart. Para ir a audicionar me escapé de la escuela de Bordeaux en la que estaba becada. En esa época yo bailaba un dúo de cisne blanco con Hernán Piquín y le conté a él que quería ir a Bejart y me alentó y me dio el dinero para viajar porque yo no le quería pedir a mis padres y no le quería decir a mi profesora  por las dudas que me diga que era muy joven. Esperé un fin de semana que la profesora se fue de viaje y me tomé un tren de Francia a Suiza. Me fui sola y llegué sola y me vio en clases y me dijo: empezás mañana. La llamé a la profesora y le dije que me había ido. Se enojó un poco conmigo y con Hernán también, pero él se alegró mucho por mí. Era casi imposible lo que me sucedió porque Bejart en ese momento no daba contratos a nadie, ya no estaba interesado en seguir creando y cuando yo llegué lo primero que hizo fue crear un solo para mí bailando con él.
Entretenimientos Córdoba: ¿Te acordás el nombre de esa coreografía?
Luciana Croatto: Sí: La misma y otra (La meme et un autre). Es como la misma historia y otra nueva. Es como que llegué yo y un grupo en la escuela que éramos muy jóvenes empezamos a estudiar teatro. Aprendí muchas más cosas y ahí me di cuenta de por qué estaba ahí. El dijo: El bailarín del futuro es un artista multidisciplinar, no es solo bailar. Hablar también es bailar. Todo lo que genera movimiento, cambio, se puede interpretar como danza.
Entretenimientos Córdoba: ¿Cuántos años estuviste ahí?
Luciana Croatto: Ahí estuve hasta que en 2006 tuve un accidente de coches. Soy famosa por eso porque cuando rerepente llegué a Bejart, me vengo de vacaciones, tuve el accidente y estuve muy  grave.
Entretenimientos Córdoba: ¿Dónde fue el accidente?
Luciana Croatto:
En Santa Fe, en la ruta 19 entre Santa Fe y San Carlos. La persona que venía en frente se durmió. Fue como muy película de Hollywood: la bailarina increíble que de repente tiene un accidente. Eso me gustó mucho en un punto y dentro de los años que  han pasado y todo lo que aprendí.
Entretenimientos Córdoba: ¿Cómo fue la reacción de Bejart?
Luciana Croatto: Bejart
que era un grande, un genio que trabajó con María Callas, con Picasso, Dalí, Fellini, Jack Brel. Cuando tuve el accidente jamás me dejó, llamaba por teléfono para saber cómo estaba. Luego me volví a Suiza, estuve internada allá. Seis meses en total. Dieciocho operaciones, fue algo muy duro.
Entretenimientos Córdoba: ¿Qué es lo que más te afectó?
Luciana Croatto:
El brazo izquierdo, fue lo que más me afectó en lesión. Lo recuperé bastante rápido, aunque tuve muchos años ocultándolo, maquillarlo, técnicamente también cambiar puntos, como aprender a bailar de nuevo. Lo hice y funcionó. En ese proceso que funcionó estaba en el escenario, toda la compañía se iba de gira y yo me quedaba con Maurice sola porque estaba como entre medio de este proceso. Me acuerdo que le dije que quería ser actriz y él me dijo: ya sos actriz, y era porque él quería que bailara y me hizo dar unos roles más teatrales y trabajando más juntos y unidos. En ese momento, principios de 2007, me di cuenta que necesitaba yo un poco de descando y él estaba muy mayor. Mi accidente le había afectado mucho porque a lo largo de la vida una persona va teniendo muchas pérdidas y una persona mayor ya no aguanta de la misma manera el golpe tan grande que puede ser que alguien que querés tenga un accidente. Su padre también había muerto en un accidente, también en enero. La cosa es que ahí dejé la compañía un tiempo, le pedí unos meses.
Entretenimientos Córdoba: ¿Cuántos años tenías?
Luciana Croatto:
21 años .Me fui un tiempo a México, luego me vine a Argentina. Volví a Suiza y me ofreció volver a la compañía. Le dije que sí pero que iba a tomar un poquito más de tiempo para acomodarme.Me despedí de él, volví a Argentina para hacer unos trámites y en ese transcurso él falleció. Volví a Laussane y trabajé con la compañía pero de forma más puntual. Dejé la compañía en 2008.
Entretenimientos Córdoba: ¿Te quedaste viviendo en Suiza?
Luciana Croatto:
Siempre dicen que un bailarín de Bejart des pués no baila más nada, porque él era una persona que se centraba no sólo en que tu cuerpo sea perfecto y tu técnica exclente y que vivas trabajando con eso, sino que se centraba mucho en la interpretación, en la forma genuina de cada uno, en tu propia vida. Eramos muy especiales, vos veías a cada bailarín en el escenario. Ahora hay otra moda de bailarín, todos se parecen más. Igualmente en Latinoamérica gusta mucho más la interpretación, que se transmita algo, que sea algo novedoso y frío. En Europa les gusta más lo novedoso, intelectual y frío. Nosotros somos más viscerales.
En 2008 me fui a España, me llamaron para hacer un reemplaza para El Trovador y fue un éxito y a partir de ahí me ofrecieron un contrato en una compañía  nueva, pequeña en sentido de que éramos sólo 15 bailarines, porque en Bejart éramos como 50, ahora son 30 así que imaginate cómo cambió . La compañía se llama LaMov y es de Zaragoza.
Entretenimientos Córdoba: ¿Qué significó estar en LaMov?
Luciana Croatto: Fue muy importante para mí estar en LaMov porque empecé a conocerme desde un lugar que no era Bejart, ni clásica, ni contemporánea. Me tuve que reconstruir a mí misma. Tuve tiempo de hacer terapia, de trabajar en teatro. Empecé a escribir y empecé a trabjar con gente fuera de la compañía y desde otros lugares como la pintura y la escultura. Empecé a escuchar internamente la voz de Maurice, cuando él decía que teníamos que ser multidisciplinares, tiene que romper, tienen que ir donde es incómodo, donde no sabés y donde todavía tenés que aprender. El decía: no se queden en lo cómodo.
Recuerdo que cuando vine en 2003 me hicieron una entrevista y la leí hace poco y yo dije en ese momento: “Yo no quiero ser una estrella”. Leo y digo: qué loca, y después me dije, no, esto era Maurice porque aprendí muy bien lo que significaba mi vocación. El dijo: las estrellas son muy buenas, pero son lo que los otros quieren que vos seas. Hay un estándar técnico, emocional y psicológico y de una especie de ícono que se arma de la bailarina, entonces eso cuando alguien se parece mucho a eso, esa persona va a ser estrella, entonces toda tu vida vas a tener que guardar ese sueño de la gente para que no pierda eso. En cambio ser artista, me decía Maurice es mucho más difícil porque es lo que vos esperás de vos mismo y generalmente es conocerte más, aprender cada días más. Es servir más, es cada día volver a resetearte y volver a empezar y poder estar atrás,  adelante, en el medio, poder estar brillando y poder estar en opaca pero siempre ser vos mismo y ser auténtico y ser genuino y tener tu propio camino. Y también te trae fama y dinero y prestigio.
Si vengo desde mí puedo salir y bailar un tango con borcegos. Quizá me equivoco o quizás encuentro una puerta donde pasamos todos por ahí y de repente aparece una luz que nos ilumina a todos y nos hace extasiarnos. Es ese riesgo que uno intenta.
Entretenimientos Córdoba: ¿Hasta qué año viviste en España?
Luciana Croatto:
Hasta 2023 y viví un tiempo en la montaña, luego de la pandemia que nos cambió a todos. Empecé a crear más cosas de solos porque podía ir bailar y volver a la montaña. En ese transcurso empecé a hablar mucho con mi madre, a darme cuenta que desde los 14 años que me fui siempre tuve mucho trabajo y de repente me agarró la persona que vive dentro mío que es la persona que se dijo: si mi mamá se muere y si mi papá se muere o yo no estoy o no estuve y me gustaría poder estar. Entonces me pregunté de qué me sirvió trabajar todo lo que trabajé si no puedo tomarme el tiempo que quiero para estar con la gente que quiero. Entonces estuve un año programando, arreglando y maquinando porque soy extremadamente metódica. Porque así como digo que hay que hacer revoluciones, soy de mucho pensar y todo tiene que ser muy exacto porque es fácil hacer locuras y destruir todo. La locura no es para eso, sino que es para revelar algo nuevo, no para destruir lo que ya está. Entonces me vine el 11 de julio de 2023 y me vine con mis cosas  y me vine sin decirle a nadie que me venía. Solamente  mi madre sabía cuál era mi plan. Me fui a Buenos Aires y me empezó a llamar todo el mundo y empecé a hacer un montón de cosas que nunca había hecho en mi vida, cosas que tenía en la cabeza, cosas escritas más pensadas. Ahí se me abrió un mundo en la gente hambrienta de aprender, de tomar clases y de expresarse. No tanto clases de formación sino como puedo ser yo como vos, siendo yo. Y son técnicas y formas y hay caminos. Unos piensan que tiene que ser natural, pero no hay nada natural, todo se trabaja, todo es una disciplina, una rutina, como meditar por ejemplo. O tomar vitamina c, la tomo hoy, pero mañana tengo que volver a tomar porque ya la consumí hoy. Es una forma de vida. Lo de las clases fue increíble y empecé a trabjar con un montón de gente distinta y cada vez más, cada vez más.
Entretenimientos Córdoba: ¿Siempre en Buenos Aires?
Luciana Croatto:
No para nada. Fue Buenos Aires, San Juan, Tucumán, fui a todos lados. No paré. También me llamaron de Latinoamérica. Hice seis meses acá y volví a España porque tenía espectáculos y trabajo allá y me quedé seis meses allá. Extrañaba mucho todo lo que se estaba dando acá desde el lugar de la necesidad, no de la pobreza, sino desde las ganas. Sentí que aquí hay un talento que no se puede manifestar del todo por falta de apoyo político en la cultura que es algo complicado. No quiero aplaudir a nadie ni criticar a nadie. Creo que la cultura hay que saber cómo llevarla. Es como la educación y la salud. Son las tres patas más importantes del ser humano. Acá de repente no tenés dónde ir a bailar. No es una ambición, porque no creo en la ambición sino que creo en el impulso interior. El cuerpo es un animal poderosísimo mucho más poderoso de todo lo espiritual que podemos imaginar. El cuerpo me lo demostró cuando estuve casi muerta, el cuerpo hace cosas que son descomunales y eso no se puede hacer de otra forma si no fuesemos superpoderosos. Y cuando bailás y trabajás y el cuerpo está más cansado, el cuerpo en lugar de romperse se transforma y vos no sabé cómo lo hizo. Cuando empezás a tomar conciencia de todo lo que sabés que sos, es muchísimo más grande y hermoso de todo lo que vos te pudiste haber imaginado y te agarra un tremendo respeto y una tremenda humildad ante la verdad más grande y gratis que es nuestro cuerpo y nuestra mente. Con eso podemos hacerlo todo, pero la gente lo toma como un sacrificio y no lo es. Es necesario hacerlo, es lo que hablo de la disciplina, del comer sano. Tengo ganas de tal cosa, pero tengo que hacer abdominales y respirar porque esto me hace bien, lo otro no y lo hacés. Es esa práctica de, ese impulso te va llevando y vas creando y haciendo.
En el afuera nos hacen creer que en el afuera es todo lo que hay y que no podés hacer nada entonces los jóvenes se deprimen muy fácil y abandonan muy fácil. En mis clases hablo con ellos para que expresen lo que les suceden y me doy cuenta que lo que más necesitan es decir en voz alta que ellos sí pueden hacer lo que yo hice.
Entretenimientos Córdoba: Un bailarín no se proyecta si no sale de Argentina
Luciana Croatto:
La danza es muy amplia.Yo hago danza clásica, pero no hago repertorio de ballet, ese repertorio cuando bailás ballet no podés hacer mucho más. Sobre todo si sos principal y alineás tu cuerpo de cierta forma que desalinearlo es un pecado. Desalinear a Marianela Núñez para que haga Ravel Rebelde es un pecado.
Aquí hay compañías clásicas. Tengo mucha fe en Julio Bocca, es un gran director. Pero las casas de la danza clásica están en Europa. El bailarín es como un deportista olímpico y en cuando está entrenado aspira a las mejores casas dondete van a cuidar más, pagar más y donde vas a bailar más y mejor. Entonces es normal que se vayan.
En cuanto a lo contemporáneo hay muchos países que cuidan la cultura a unos nivels que acá en algún momento fue, porque fuimos un país muy culto. Ahora estamos todos perdiendo cultura a nivel mundial. En Europa hay muchas compañías y de muchos estilo, entonces cuando el bailarín tiene ganas de trabajar hace audiciones y tiene más posibilidades. Acá hay menos posibilidades y cada vez menos.
Entretenimientos Córdoba: ¿Estás creando algo más aparte de Ravel Rebel?
Luciana Croatto:
Estoy creando en Uruguay con la compañía Primor en producción con el Teatro Solís. Son bailarines con y sin discapacidad. Es un trabajo maravilloso que estoy aprendiendo. En Argentina hay menos compañías.
Entretenimientos Córdoba. ¿En Europa el sector privado ayuda a las compañías?
Luciana Croatto:
Sí, claro. El sector privado y el gobierno. El arte no genera dinero a priori, pero genera circulación y genera lo que los poíticos no les interesa que la gente tenga: empatía e inteligencia. El arte te da confianza. Cuando tenés que desarrollar algo desde vos y ves que lo vas cumpliendo y logrando poco a poco, eso te genera confianza en vos mismo.Cuando las personas confían en sí mismos, dejan de dar tanto la confianza en el otro y empiezan ha  hacerse más responsables de sí mismos. Y pueden hacer una oportunidad de las cosas más desafortunadas, ese es el secreto de la vida.
Entretenimientos Córdoba: ¿Cuál fue el común denominador de Repatriados?
Luciana Croatto:
Que somos argentinos y no hablo del celeste y blanco ni de la parte patriótica sino de la parte matriótica. Todos tenemos la necesidad de venir acá y emocionar a los nuestros, darles algo emocional que en Europa cuesta más porque es más frío. Allá sos latinoamericano, estás en la casa de otro. Acá estamos en casa. En Repatriados todos estamos pensando qué puedo dar, porque el argentino es muy generoso
Entretenimientos Córdoba: Después del accidente tuviste un contacto distinto con tu espiritualidad
Luciana Croatto:
Siempre fui muy espiritual. Para descanser y ordenarme me gustan las iglesias y los teatros. Después del accidente tuve un momento donde la danza es mi paradigma o puente o forma de llegar a lo más profundo de mí misma y conectarme con el otro que es algo que tiene que ver con lo espiritual. Tuve dudas de que si Dios me había castigado, si no había hecho las cosas bien. Después me di cuenta que era lo contrario porque creo que el accidente me hizo mejor persona con el tiempo porque me hizo entender la limitación es donde está la oportundiad de crecimiento. Que la belleza no está en el cuerpo, está en otro lado y ese lado hace que el cuerpo sea más bello y hace que cualquier cosa que se pueda ver como algo feo puedas cambiarlo en el afuera y en la mirada del otro. Me hizo más poderosa. Me tomó mucho tiempo entenderlo. Cambié. Antes era más inconsciente, ahora no me arriesgo a cosas porque sí, soy más fiel a mí misma. Lal opinión de los otros no me cambia generalmente mi percepción. Aprendí mucho a valorar la vida, la existencia que es algo que se nos olvida todo el tiempo. Creo que no es negativo, pero lo pienso bastante seguido y digo: y si te morís en dos días? Entonces no me pongo a pensar que esto es difícil o que no voy a poder. Si lo estoy viviendo es porque puedo y puedo más de lo que yo creía. Estoy segura que el cuerpo y la mente son de este planeta, pero nuestra energía es mucho más grande. Es un poder enorme estar acá, el tiempo que nos sea dado.
Entretenimientos Córdoba: ¿Tus padres te vieron bailar en Europa?
Luciana Croatto:
No. Mi mamá vino cuando tuve el accidente a verme y estar conmigo. Nunca les gustó nunca viajar mucho. Ahora sí me vinieron a ver a Repatriados y cuando actué en el Colón el año pasado en el Centro de Experimentación. Se quedaron fascinados. Yo me acostumbré a bailar para nadie también y nadie es cuando somos las energías juntas. También para mí somos todos como muy indiviuales. Siento la cosa conjunta también y me estremece un montón la energía de la gente.
Entretenimientos Córdoba: ¿Qué pide el cuerpo?
Luciana Croatto:
Nos pide comer sano, dormir, pero siempre quiere más y mejor y nunca es suficiente. La cabeza es más tóxica porque te pide cosas y también hay que darselas en su justo momento. No buscamos la perfección sino nos escaparíamos lo que es arte.Hay que aprender a escucharse y darnos lo que el cuerpo y la mente piden.
Entretenimientos Córdoba: ¿Cuál fue tu red de contención cuando estaban tan chica y tan sola en Europa?
Luciana Croatto:
La danza. A veces no solo me refugiaba sino que siempre salía más feliz. Cuando me fui de chica, extrañaba pero pensaba que al otro día tenía clases y quería estar. Vivía cada día como si fuese una oportunidad única. Empecé a extrañar más de grande. Las personas no somos reemplazables. Me di cuenta y estoy recuperando los tiempos con mi mamá y mi papá y tengo una relación muy buena. Mis padres son bioquímicos, pero son super cultos. No teníamos la mejor ropa pero eran personas super cultas porque cuando dije que quería ser bailarina fui escuchada y me apoyaron. Fui muy madura gracias a mis padres.
Entretenimientos Córdoba: ¿Qué es lo mejor que te dejó Bejart?
Luciana Croatto:
Muchas cosas. Siento mucha gratitud por este hombre. No hay otros como él. Coreógrafos buenos hay, pero seres humanos como él no. Era un genio realmente, con una sabiduría enorme. Una persona respetuosa, buena, un señor. Nos hizo viajar por el mundo entero. Aprendí con él que todos somos distintos y no por eso no somos del mismo grupo. Lo que rescato mucho es el rigo y la disciplina artística que se basa mucho en el amor propio. Estoy con todos, pero tengo que estar en mí para bailar con otro. El tenía una mirada muy profunda. Me enseñó a sentir el miedo, pero que no me afecte, porque me dio roles muy difíciles de muy chiquita y sentir ese miedo me hacía más fuerte y más consciente, no paralizarme. Si siento miedo es porque lo voy a poder hacer.




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