En 1875, cuando se creó en las calles Lavalle y Mariano Moreno, aún no tenía ese nombre. Hace 147 años que la Panadería Lucca permanece como un negocio familiar, ahora administrado por descendientes de cuarta y quinta generación.

 

Permanecieron entre crisis económicas, guerras y la última pandemia, con historias increíbles. Por ejemplo, Ángel Lucca, inmigrante italiano de la región de Lombardía, realizaba un reparto casa por casa y le llevó su pan casero a Bartolomé Mitre mientras estuvo detenido en Luján por “rebelión” en 1874. Lo mismo hizo durante la Batalla de Olivera, asistiendo a los soldados en el combate entre las fuerzas leales y las rebeldes, como parte de la última guerra civil argentina, la Revolución de 1880, que resolvería definitivamente el problema de la capital de la Nación. Mientras que durante los saqueos de 2001 debieron tapar con maderas las ventanas.

 

Hoy la panadería cuenta con 32 empleados y empleadas, circulan alrededor de 600 personas por día y se usan 500 kilos de harina.Recientemente recibió la distinción del Municipio por su destacada trayectoria y tradición, además de ser un símbolo de la gastronomía lujanense pero sobre todo es familia.

 

En la foto Fernando Lucca y Marcos Scorzato, cuarta y quinta generación trabajando en la panadería que fundó Angel en 1875.