La vigencia de Marilyn Monroe a lo largo del tiempo es innegable e irrepetible. La gran diva de Hollywood ahora tiene su biopic en Netflix y viene precedida de críticas dispares, tanto en su guión, como en sus actuaciones.

A grandes rasgos, la actuación de su protagonista, Ana de Armas, es deslumbrante, y el look que han conseguido es poco menos que impresionante.

Durante su premier en el Festival de Venecia, recibió una ovación de pie que duró 14 minutos. Aplauso unánime que se dirigía a ella. Armas acabó llorando emocionada, quizá porque supo que estaba a punto de tocar con sus manos la preciada estatuilla.

Tras pasar también por el Festival de San Sebastián, donde la película se convirtió en la gran sorpresa del certamen, el pasado 28 se septiembre la cinta llegó a todos con su estreno mundial en la plataforma de Netflix, fue entonces cuando el público, además de la crítica, se rindió al talento que la actriz derrochaba en Blonde.

Basada en la novela de ficción que Joyce Carol Oates, Blonde trata de adentrarse en la mente de Norma Jeane Mortenson, más conocida como Marilyn Monroe. Se trata de un puzzle emocional que recrea a una mujer atravesada por el dolor y la soledad y de cómo trató de aplastar sus cicatrices a través de la fabulación que le otorgaba el cine, fundiéndose con los personajes a los que interpretaba, creando una máscara salvaje. Un laberinto fascinante y trágico en el que Ana de Armas lo ocupa todo.

Más allá de las polémicas sobre la película, lo cierto es que Ana de Armas se ha dejado cuerpo y alma en preparar este papel y hacer que su Marilyn fuese un calco perfecto de la diva de los 50. Para meterse en la piel de la Monroe, la actriz se estudió a fondo 750 fotografías que el director le seleccionó para ella, con el fin de que se aprendiera cada expresión facial de la icónica actriz. De Armas pasó cientos de horas ensayando para atrapar los gestos de Marilyn y recreando sus míticas canciones y números musicales.