Irán permitió que las mujeres ingresaran hoy a un estadio de fútbol para presenciar un partido amistoso de la selección nacional contra Rusia, el primero en más de un año y tras más de cuatro décadas de restricciones, informó la prensa internacional.

Las autoridades locales informaron que cientos de mujeres iraníes concurrieron al estadio Azadi de la capital Teherán para alentar a la selección, reportaron las agencias de noticias ANSA y AFP.

El partido, que terminó empatado 1-1, se jugó en medio de las protestas que comenzaron tras la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años detenida tres días antes por la policía por una presunta infracción al estricto código de vestimenta de la república islámica.

Cientos de personas murieron, entre ellas decenas de miembros de las fuerzas de seguridad, y miles fueron arrestadas por haber participado en las manifestaciones, que las autoridades calificaron de «disturbios» fomentados por Estados Unidos y sus aliados.

En marzo del año pasado, a pesar de que a las mujeres se les permitió comprar entradas para un partido contra Líbano por las eliminatorias al mundial de Qatar 2022, se les negó la entrada al estadio Imam Reza en la ciudad de Mashhad, en el noreste del país.

Los clérigos, que juegan un papel importante en la toma de decisiones en Irán, argumentan que las mujeres deben estar protegidas de la atmósfera masculina y de la vista de los hombres en ropa deportiva, cuyos cuerpos son, por lo tanto, parcialmente visibles.

Desde hace más de 40 años, la república islámica prohíbe generalmente a las espectadoras asistir a los partidos de fútbol.

La FIFA ordenó a Irán en septiembre de 2019 que permitiera el acceso sin restricciones a los estadios para mujeres después de que una aficionada se prendiera fuego por temor a ser encarcelada al intentar asistir a un partido.