Guillermo Lobo: “Si por una pauta de 50 mil pesos o de 50 millones de dólares no podés decir que un funcionario es corrupto, el corrupto sos vos”
El periodista Guillermo Lobo, conductor de TN de 10 a 13 y del programa Con Bienestar, participó de la Cumbre Mundial de Economía Circular que se realizó en la ciudad de Córdoba.
Lobo habló con Ivana Ferrucci sobre el triunfo de Javier Milei y brindó su reflexión sobre el rol de los medios públicos y el manejo de las pautas oficiales.
Ivana Ferrucci: ¿Cómo se vive la llegada de Milei a la Presidencia?
Guillermo Lobo: Con mucha expectativa. Sin dudas es un resultado importante, las urnas han hablado. Se abre una bisagra porque hasta el momento el país iba en una dirección y ahora va en otra. Queremos saber qué gobernabilidad habrá y qué oposición habrá; si será una oposición constructiva o una oposición destructiva.
Argentina terminó el ciclo del kirchnerismo con inflación galopante, pobreza extrema y un sistema de salud roto, sea público o privado. Argentina necesita una mejora urgente: desde lo institucional, desde lo económico, pero sobre todo desde lo moral. Parece que las urnas hablaron de un hastío moral. Córdoba ha sido un jugador fundamental que ha expresado su voto y fue fundamental para expresarnos como argentinos.
Ahora nos toca con responsabilidad a los medios de comunicación cumplir con nuestro deber y como ciudadanos lo mismo.
Ivana Ferrucci: Milei ya dijo que privatizará Télam, la Televisión Pública y Radio Nacional. ¿Cómo crees que impacta eso en la sociedad y cuál es tu opinión sobre esas medidas?
Guillermo Lobo: Más allá de que sea público o privado es saber qué se hace o cómo se hace. Si es un lugar plural como la BBC de Londres que es muy crítica del gobierno, Holanda tiene un medio Estatal y es muy crítico, es muy interesante lo que sucede en esos dos casos.
La pregunta es qué rol han cumplido los medios oficialistas, ¿ha sido pública? ¿O ha sido de un solo sector? La pregunta es si emitir La Pantera Rosa cuando había un momento bisagra en Argentina era lo correcto o lo incorrecto. Quien nos ve y nos escucha tiene su propia respuesta, yo tendré la mía.
Si es público o privado depende de quién esté en el Gobierno en ese momento. Si es privado y es corrupto está mal, si es público y es corrupto está mal. Si es privado y es honesto está bien, y si es público y es honesto está bien. En lo particular debería haber algo estatal, pero que sea plural, que no sea un coto de corrupción, un coto de persecusión y lo digo en lo particular y con todas las letras que he sufrido persecusión desde medios oficialistas, son las que me tocan, no me voy a martirizar ni victimizar. No quiero medios públicos que vuelvan a hacer eso con otros periodistas.
Ivana Ferrucci: Hay riesgo de que queden muchos trabajadores en la calle.
Guillermo Lobo: Entiendo que es importante que haya fuentes de trabajo de calidad, primero desde nuestro rol de comunicador. Es importante que haya una calidad desde nosotros como periodistas, con sueldos dignos. Si es un medio público que va a tener sueldos coherentes ni estratosféricos, ni paupérrimos, yo votaría porque haya suficiente fuentes de trabajo coherentes y honestas.
Si hay trabajadores que se van a quedar en la calle hay que ver caso por caso si es un buen empleado, si su remuneración es coherente y ojalá se le pueda mantener la fuente de trabajo, de alguna manera. Si es una persona que no trabaja, que se rasca la panza, que no es honesta profesionalmente y tiene sueldos siderales, si pierde el trabajo, habrá sido por una causalidad. Si tiene un sueldo de muchísimo dinero, esa persona que se queda sin trabajo sabrá si fue por culpa por culpa de un mal gobierno y una decisión política o si ese resultado es una causalidad de haber cobrado durante meses muchísima plata que sabía que no merecía.
Ivana Ferrucci: Los medios sin la pauta oficial no se pueden mantener, entonces es como que hay una delgada línea entre la pauta y la posibilidad de criticar al Gobierno porque si lo mato con críticas me quedo sin la pauta.
Guillermo Lobo: Es una realidad. Es una realidad que se ha distorsionado y hay que corregir de alguna manera, porque si por una pauta de $50 mil no puedo decir que el dirigente está cometiendo un acto de corrupción, el corrupto soy yo. Nuestra función como periodistas es ser comunicadores e incomodar al poder. El poder si debe poner una pauta es porque le conviene y porque mi medio es creíble, porque llego a muchas personas y a vos y a mí me creen, pero si por 50 mil pesos, 100 mil pesos o 50 millones de dólares la verdad sucumbe hay un error del sistema.