Falleció el creador de Don Satur
“Ya estarás con Pedro haciendo proyectos en el cielo, junto a tus queridas vacas a las que tanto amabas. Gracias por todo lo que nos enseñaste a través de tu ejemplo”, relata en las redes Horacio Larrea quien fue asesor genético de las cabañas La Sorianita y La Sorianita II que dejaron huella en el Holando Argentino.
A pedido de TodoLecheria.com.ar, “Hacho” Larrea nos cuenta quien fue Fernando Martínez: “Ayer recibimos la noticia de la partida de Fernando Martínez, un gran criador de muchos años a través de las cabañas La Sorianita y La Sorianita II, y también un importante empresario dueño de la firma Don Satur. Siempre ligado al sector de la alimentación. Fue un ser humano con una gran simpleza y calidad, con amor por el trabajo y por todo lo que hacía. Tuvo una historia de vida muy particular. Nacido en Soria, España, llegó de joven a Argentina junto a su hermano Pedro. Una hermosa historia de inmigrantes que llegaron al país a forjarse su futuro trabajando en forma muy humilde de mozos hasta que pudieron progresar con su propio bar. Luego entran en el negocio de la panadería con su cuñado, y luego al negocio de la producción de los famosos bizcochos Don Satur, que los volvió una empresa familiar muy poderosa, y también los vinculó con la actividad ganadera especialmente con la lechería en la zona de Cañuelas”.
Don Satur es el apócope del nombre del padre de Fernando, Don Saturnino Martínez. Fue en 1967 cuando Saturnino fundó una pequeña panadería donde se producían variadas exquisiteces, entre ellas el tradicional bizcocho de grasa. Con el transcurrir de los años, el bizcocho, se fue haciendo más popular y toda la familia trabajó para abastecer la demanda. Posteriormente sus hijos armaron un imperio. Y Fernando fue el gran motor de ese emprendimiento.
Horacio Larrea agrega que “quienes hemos tenido la posibilidad de trabajar con él y otros miembros de su familia, y empezar a admirar y valorar su enorme vocación de servicio, su capacidad de trabajo y su honestidad. Llevó esos valores hasta sus últimos días”.
Fernando Martínez contó para la revista española Frisona su historia en primera persona en el año 2009: “Mi familia y yo somos originarios de Soria (España) y nos instalamos en Argentina a principios de la década de los 50, comenzando desde muy abajo hasta que con los años pudimos crear la compañía Sansatur S.A., dedicada al rubro de productos alimenticios. Junto a mis hermanos creamos la Cabaña La Sorianita, que obtuvo gran cantidad de premios en las mayores exposiciones de Argentina en la década del 80, y que continúa en la actualidad con 600 vacas en ordeño, aunque hoy más abocados a la producción comercial de leche”.
El portal https://www.lasorianita.com/ destaca lo siguiente:
Sansatur SAA nació como una empresa tambera y de cabañas de raza Holando-Argentina en 1970 en Cañuelas, provincia de Buenos Aires. Originalmente vendía su producción de leche fluida a otras empresas lácteas, pero supo cambiar a tiempo y basada en la calidad y servicio al cliente, pudo diversificarse.
En 1995 adquiere una planta quesera ubicada en el Km. 96 de la Ruta 205, en Lobos -PBA-, a unos 100 Km. de la Capital Federal, la que fue expandiendo a través de los años, gracias al reconocimiento de la calidad de sus quesos por parte de los consumidores.
De pequeños productores de leche a industrializar 100 mil litros de leche por día
Todo comenzó con la idea de Pedro y Fernando Martinez que con su tambo camino a Speretti, que luego se transformaría en cabaña de Holando argentino, dio excelentes frutos, ya que sus vacas lograron varios premios en todas las exposiciones en las que fueron presentadas.
“En el año 2000 creé junto a mis hijos La Sorianita II, a partir de la importación de varios vientres de Canadá y EEUU, con la que continuamos en la actualidad, asistiendo a numerosas ferias y abocados a la venta de genética a través de embriones, toros para servicio natural y centrales de inseminación, así como también de vientres para reproducción. Las últimas incorporaciones de nuevas líneas genéticas se han hecho a través de la importación de embriones de vacas de alto valor genético”, destaca Fernando Martínez.
En ese entonces La Sorianita II cuenta con un total de 150 vacas en ordeño en un predio de 144 hectáreas. La recría y las receptoras se manejan en una explotación aparte, ubicada al oeste de la provincia de Buenos Aires, donde además se hace algo de agricultura. En total cuenta con 400 vientres, contando donantes, recría y receptoras.
Más adelante, con la adquisición de campos en Cañuelas la producción de leche fue creciendo y esta misma era remitida a grandes industrias. Con sus 4 tambos funcionando y la cabaña que los hacía reconocidos en el ambiente, por la calidad de animales que tenían, surgió la idea de agregar valor a la leche que producían. Así fue como en el año 1994 con la oportunidad de comprar la fábrica, que era la antigua Produlac sobre la ruta 205, comenzaron con la producción de quesos.
Entre los años 1996 y 1997 empezaron a comprar la producción a otros tambos y en 2005 comenzó el crecimiento sostenido que los trajo hasta lo que son hoy, con una planta con la posibilidad de procesar 100 mil litros, desde aquellos 10 mil diarios de los comienzos.
Y siguieron creciendo, y fue que en el 2008 cuando compraron la planta lindera (antiguamente Mageral), donde ahora procesan leche y suero en polvo.
Por el lado de los alimentos Don Satur extendió su portfolio y no solo comercializa bizcochos en sus varias versiones (salados, agridulces, con azúcar negra y sabor queso), sino que también cuenta con mini crackers, talitas, pepas, pan dulce, budines y yerba mate.
Desde 2014 cuenta con una nueva fábrica en Lobos, provincia de Buenos Aires que le permitió duplicar su capacidad productiva. Según la empresa para ese año contaban con más de la mitad (56%) del mercado de bizcochitos en territorio bonaerense.
La foto de portada es gentileza de Semex fiente Todo Lecheria